Tímidamente, la celebración de Halloween, se va instalando en Argentina. Un par de años atrás, era muy raro cruzarnos con algún niño disfrazado para la ocasión.Hoy en día ya se van animando cada vez más, a salir en pequeños grupos por los barrios.
Te puede gustar o no... pero Halloween llegó para quedarse!
Calabazas terroríficas, fantasmas, telas de arañas gigantes, murciélagos, son algunas de la típicas decoraciones que solemos ver en algunas casas e inclusive, en algunos comercios.
Pero nos estamos olvidando de algo que "asusta" por igual, si dejamos volar nuestra imaginación y más si alguna vez vistes Poltergeist... si, eso que estás pensando, los árboles.
Que te parece si también los vestimos para la ocasión?
Descripción:
No entres en el bosque! Las caras fueron hechas de papel maché moldeado sobre una base de madera y luego unido mediante tornillos al tronco de un árbol, un proceso relativamente simple que produce algunos resultados bastante inquietantes.
El primer paso consistió en el diseño de los ojos, la nariz y la boca.
El patrón o plantilla se realiza en cartulina, luego se coloca en el árbol para confirmar el tamaño adecuado.
A continuación, el patrón fue trasladado a algunos paneles de contrachapado, también podríamos utilizar fibrofácil o mdf, y se corta con una sierra de calar.
Para esculpir el ojo, la nariz y la boca diseña sobre la madera, vamos a necesitar una pasta de papel maché con agregados de virutas de madera o aserrín, para darle mayor textura y duración. Los globos oculares se hicieron moldeando las formas en grandes huevos de Pascua plásticos (reciclamos todos esos contenedores de sorpresas Kinder).
Una vez que el papel maché se haya secado, las piezas son pintadas con látex negro y coloreada con acrílicos diluidos. Una mancha de roble claro también ayuda a "calentar" los colores, tratando de imitar lo más posible, el tono del árbol sobre el cual los vamos a aplicar.
Las piezas fueron unidas al árbol con grandes tornillos. Las caras de los árboles son un proyecto bastante simple que añade un elemento espeluznante a un jardín o bosque encantado.
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